Como lo referencié la semana pasada en este mismo espacio, estamos felices porque llegó el mes más alegre para los ibaguereños, y aquello se traduce en alegría y buenos momentos al lado de familiares, compañeros y amigos. Las instituciones educativas, organizaciones empresariales y conjuntos residenciales lucen sus mejores atuendos para celebrar nuestras tradiciones al son del Sanjuanero y San Pedro en el Espinal, y en medio de una buena chicha, aguardiente, tamal y lechona, se comparte, se disfruta, y se estrechan lazos con propios y extraños.
Es por ello, que junto a nuestros amigos estamos promoviendo el campeonato de la hospitalidad en donde nos enfoquemos en mostrar la mejor cara de nuestra ciudad durante los eventos culturales a desarrollar por motivo del Festival Folclórico Colombiano.
La amabilidad, el buen trato, y la acogida para nuestros visitantes tiene que ser la mejor carta de presentación de todos y cada uno de los ibaguereños. Vamos a compartir un mensaje de unión y simpatía, para que los miles de turistas que se hacen presentes cada año en nuestro festival, sean recibidos con los brazos abiertos.
Desde luego que la hospitalidad también tiene que ver con que tengamos nuestras calles impecables, y que los entornos en donde se van a desarrollar las distintas actividades, no se vean estropeados, como ha ocurrido en años anteriores, con los jardines de los separadores de las diferentes avenidas.
Uno de nuestros propósitos es que le demostremos a quienes llegan a celebrar con nosotros, que aquí tenemos cultura ciudadana, buenas maneras, y sobre todo, personas solidarias y con ganas de salir adelante a través de la venta de los mejores platos de nuestra gastronomía tolimense.
Pensemos por un momento cuando recibimos en nuestra casa o apartamento a alguien que nos visita. Nos gusta recibirlo con un vaso de jugo bien fresco, con un café caliente y bien cargado, pero, sobre todo, con mucho entusiasmo, porque uno a la casa no invita a cualquier persona. Hagamos de cuenta, que los visitantes que llegan a nuestra ciudad, también vienen a nuestra casa. Ganémonos ese título de campeones de la hospitalidad, porque en algún otro momento y lugar del mundo, los visitantes seremos nosotros. Tratemos al otro tal y como queremos que nos traten cuando vamos al Carnaval de Barranquilla, a la Feria de las Flores en Medellín, a la Feria de Cali o incluso a otro país.