Si usted es de los que cree que la extrema polarización ha marcado la historia y su acontecer político y económico es, quizás porque, al igual que millones de colombianos, se sintió afectado por hechos como el conflicto armado, que marcó un acento permanente en los momentos más cruciales de nuestra democracia y aún hoy las repercusiones pesan socialmente en los diversos escenarios del país nacional.
La seguridad, centrada en el Estado que se fortaleció en este siglo XXI, trajo muchos beneficios para nuestra sociedad como la consolidación de la dirección civil de la fuerza pública en cabeza del Presidente de la República, el avance en el monopolio legítimo del uso de la fuerza y control territorial por parte del Estado, el debilitamiento de las FARC y de los paramilitares, además de la Reducción importante de algunos delitos. Pero también trajo muchas dificultades y diversas problemáticas que aumentaron la inseguridad en diversos frentes: el aumento de la violencia homicida, las violaciones a los derechos humanos, el aumento considerable de personas desaparecidas clasificadas como desaparición forzada...
Faltó una política de seguridad ciudadana, se deterioró la seguridad en las principales ciudades del país, se acrecentó la vinculación de menores de edad al mundo de la violencia y la delincuencia. Todas estas amenazas, sumadas a la difícil condición en la que viven muchos de nuestros compatriotas, vulnerables desde muchos escenarios que ponen en riesgo su propia subsistencia, nos obliga a ampliar el concepto de Seguridad.
Si bien debemos mantener y fortalecer la seguridad proveniente del Estado, es nuestro deber entender su concepto multidimensional y extenderlo totalmente hacia las personas, hacia los menores, hacia las mujeres y hombres, hacia cada uno de los colombianos que requieren una visión integral de la seguridad. Una visión multidimensional de la seguridad.
Una seguridad para la gente.
La Seguridad para la Gente es un precepto de integralidad en la transformación social, económica y del territorio basado en el enfoque de las Naciones Unidas que ha implementado con éxito Oscar Barreto Quiroga. Es un concepto muy amplio que recoge las necesidades, quereres y sueños de la ciudadanía tolimense y los convierte en acciones eficaces en favor del desarrollo humano en todas sus dimensiones.