Opinión

Corrupción al rojo vivo

Arrancan las campañas regionales y por supuesto también los estilos de hacer política, en el Tolima algunos han utilizado la política del desprestigio, el sicariato moral y hasta la instrumentalización engañosa de medios de comunicación y del aparato judicial, para intentar obtener réditos electorales. Nuevas formas de lucha que utilizan perfiles falsos, la ardid, la mentira, el señalamiento que se convierte en odio y violencia, una narrativa que repite y repite para posicionar conceptos que generalmente son en contra de alguien o de algo, que afecte sus intereses.

Estar vinculado en procesos penales o haberlo estado, de homicidios, relación con grupos al margen de la ley y hechos de corrupción son entre otros, el palmarés de esos, que ahora quieren instrumentalizar los medios con la calumnia y la injuria, para hacer política, son tan cortos para hacer propuestas, para establecer una visión de desarrollo económico – social, por lo que su alternativa es convertirse en sicarios mediáticos y cibernéticos. Hemos asistido de manera respetuosa ante la justicia, por cada anónimo, cada denuncia, que el odio y los intereses políticos han impetrado en nuestra contra, creemos en las instituciones, seguiremos dentro de ellas. Nosotros no gastamos el tiempo en destruir o montando la narrativa falsa, evocando a Goebbels y su teoría de comunicación «miente tantas veces como sea necesario, hasta que esa mentira parezca verdad», sino construyendo calidad de vida para los tolimenses y colombianos, haciendo, sirviendo, no sirviéndonos, como era la costumbre de quienes otrora, ostentaban el poder total en el Tolima.

Como es costumbre en cada elección seguirán los ataques, no tienen nada más que hacer como campaña política, su talante, espíritu y formación, limitan el poder de sus argumentos, nosotros seguiremos trabajando, ganándonos el cariño de los ciudadanos con argumentos, con hechos, con la verdad y en legalidad. No maquinamos soterradamente desde los escritorios, para ganar elecciones, lo hacemos con la gente en el territorio, la política cambio, la gente ya no traga entero