Opinión

De especulaciones y reformas

Muchos de quienes votaron por el nuevo gobierno, lo hicieron con esperanza, otros tal vez por odio, otros por conveniencia, en fin, son muchos los factores que inciden en la elección de un presidente. Sin duda por décadas el pueblo colombiano ha venido interpretando desde sus quereres, necesidades, problemas y anhelos quien lo puede gobernar de la mejor manera, y hacerlo significa por supuesto construir sobre lo construido que beneficie en grado sumo a los que más necesitan y cambiar lo que no ha funcionado y que no sirve.

Algunos de los funcionarios del gobierno Petro, los veo y siento muy proselitistas desde la ideología, como si aún estuvieran en campaña, con odios de clases, que los desenfocan de resolver los verdaderos intereses de los ciudadanos y las grandes transformaciones, allí arrancan las especulaciones, los líos mediáticos y el alimento de la polarización, irrigándose desde las más altas esferas hasta las bases populares, enfrentando a unos que defienden y a otros que atacan.

Es decir, seguimos en guerra, esta, ya no por la vía de las armas sino por el mal manejo de la agenda gubernamental, la esencia equivocada de las transformaciones desde cómo se construyen, socializan y comunican. El Presidente Petro, ha tenido que intervenir y pedirles a algunos de sus ministros, no imponer una agenda ideologizada, que no dialoga, que impone, máxime cuando la esencia propia del discurso y de la campaña ha sido el famoso “dialogo social”. Hemos participado en lo que consideramos transformaciones que benefician a la gente, esas que hacen justicia social y generan equidad. El gobierno quiere los partidos de la coalición en Bogotá, pero sus alfiles en las regiones los odia, los ataca, allí es donde creo debe cambiar la forma de ver y hacer la política, desde los territorios debemos construir esas grandes transformaciones, no desde Bogotá hacia los territorios.

La grandeza de quienes intervenimos en política, debe basarse en la vocación de servir, no en la trasgresión de servirse. Insisto en ordenar, construir, socializar y comunicar en debida forma, para que la discusión construya verdaderos escenarios de unidad, no de confrontación en el país.