Por:
Paulo Esteban Sánchez
Comunicador social y periodista Universidad del Tolima
El reciente acontecer político en Colombia se dio por sorpresa el último lunes festivo, uno de esos días sagrados en el calendario del país: el día del hombre (donde lo normal es que no pase nada). Pero esta vez, si pasó, y en esa realidad paralela que son las redes sociales. Daba igual la hora a la que uno se asomara a la red social. Todo se llenó de escudos de Colombia con el lema destacado: “Libertad y orden”.
En bloque publicaron los gobernadores de los departamentos, para ser tendencia con el paso de las horas. ¿Cuál es el propósito final? Enviar un mensaje a la máxima autoridad del estado colombiano, el presidente Gustavo Petro. A media tarde ya no se hablaba de otra cosa. Seguidores y fanáticos del gobierno y su estructura política respondieron de manera airada. El ex senador Gustavo Bolívar llegó a hablar de un “golpe de Estado blando”.
Quienes respaldaron en las urnas la opción de cambio, y la manera para administrar de diferente forma el país, se han chocado de frente contra una pared de concreto llamada “más de lo mismo”. A tal punto, que el descontento entre los electores y colaboradores crece esto debido a los últimos acontecimientos ocurridos ante la opinión pública.
A partir de la posesión del presidente en agosto del año anterior, hemos vivido una serie de hechos desconcertantes que parecen ser sacados de la irrealidad y que nos retrocede como sociedad colombiana y democracia latinoamericana. La reactivación de masacres, tanto en el sector rural como en el urbano, la última de ellas en Barranquilla. La apropiación de los territorios periféricos por parte de grupos armados revolucionarios, quiénes posan orgullosos con sus distintivos haciendo entrega de kits escolares y dulces en las escuelas rurales (Yarumal, Antioquia) o en la realización de labores de patrullaje, como si hicieran parte de una extensión más de alguna de las 4 fuerzas del estado.
El incremento en las jugadas y movidas “políticas” hacen parte de la agenda nacional. Aquellos a quiénes en campaña excluían y cercenaban ante la no existencia de ningún tipo de alianza, hoy, son aliados fundamentales a la hora de aprobar las discusiones alrededor de las reformas impulsadas por el Gobierno Nacional. El país agobiado está de actores políticos como: Roy Barreras, Armando Benedetti, Fabio Amin, Piedad Cordoba, Veronica Alcocer, Julián Gallo, Nicolás Petro. Este último, hijo de Petro e inmerso en el mayor escándalo de familias presidenciales de las últimas décadas, y quién hoy continúa dirigiendo procesos del pacto histórico en la costa a pesar de los hechos de corrupción denunciados por su ex esposa. Una vergüenza nacional e internacional.
El clan del Golfo, desabastecimiento de medicamentos, la desmoralización al interior de las fuerzas armadas, la flexibilidad para quiénes se encuentran condenados en las diferentes cárceles del país y sumada a las reformas de la salud, laboral y política, son algunos de los temas por resolver de forma diligencia por parte del Gobierno Nacional. El descredito se alimenta día tras día, y con ello, toma relevancia en la palestra pública aquellos y aquellas se animan a alzar una voz de protesta a estas indefendibles decisiones, inclusive estando en la misma o diferente orilla ideológica y política.
El senador Oscar Barreto, dos veces gobernador del Tolima, posee una carta de presentación seria ante los tolimenses, por su búsqueda incansable de la seguridad en el sur del departamento durante la década de los 2000. De allí en adelante, se encargó de liderar una la lucha frontal contra la mafia y el hampa que por esa época tenia acorralada la región y la economía de su gente. Producto de ello, fue blanco de un fuerte atentado en la vía que conduce a Planadas, pero no fue impedimento para potencializar estos bellos lugares del Tolima y ser en la actualidad la carta de presentación para que mujeres y jóvenes emprendedores puedan exportar café de excelente calidad a diferentes destinos del mundo. Producto ciento por ciento tolimense con sello de la región.
Sus apariciones ante el legislativo, han permitido que el senador Barreto posea un reconocimiento a nivel nacional, esto en razón a su pertinencia y coherencia con sus recientes intervenciones. Es de recordar, la distancia que tomó la bancada del Partido Conservador del texto de la reforma laboral presentado por el Gobierno de Gustavo Petro, aludiendo la falta de fortalecimiento de empleo, a los trabajadores informales y muchos a las Mipymes.
El país reclama la defensa de sus principios y valores por parte de los legisladores de la cámara y el senado quienes son la voz y la representación de las diferentes regiones del territorio colombiano. No sólo se trata de perfumar el discurso con términos alternativos y con palabras académicas, sino ejercer una función responsable con los electores, y la comunidad en general. No sólo es libertad y orden, también es honor, dignidad y vida. Eso es Colombia, somos todos y todas.