Opinión

Lealtad y respeto, de la casa a la política


Por: Jorge Bolívar

Cuando inicié mi carrera política hace más de 15 años, tuve claro que uno de los principios que debía acompañar mis aspiraciones, era justamente el principio de la lealtad. En primer lugar, la lealtad conmigo mismo y los valores inculcados en la casa de mis padres, y aquello se traduce en la autorregulación para no dañar a nadie, y para respetar a mis semejantes, aun si piensan distinto a mí. Como segunda medida, la lealtad con quienes son leales conmigo y los míos, y aquello tiene que ver con cumplir la palabra, con hacer exactamente lo que dijimos que íbamos a hacer, a corresponder al cariño brindado, y a la confianza de quienes creen en mí y en mis capacidades.

Así las cosas, toda mi vida he hecho política, primeramente, bajo los postulados de papá y mamá, y en el escenario electoral, bajo un partido Conservador que ha coincidido con lo que me fue enseñado desde niño a mí y a mis hermanos. El respeto por la institucionalidad, la defensa de la vida, la lucha por las comunidades menos favorecidas, pero, sobre todo, el amor por el servicio.

En ese camino me he encontrado personas que han sabido congeniar con lo que yo creo. He podido trabajar con decenas de líderes, profesionales y amigos, que, sin intención alguna de ser sectario, coinciden en esos principios que abandera nuestro partido Conservador. Yo respeto mucho a quienes en el pasado representaban las banderas de otros partidos, y hoy hacen parte de movimientos que distan radicalmente de lo que creían antes. Sin embargo, no comparto que se cambien las creencias y la ideología de la noche a la mañana, quizás por un afán electoral y ganar adeptos de otros movimientos.
El senador Óscar Barreto Quiroga ha sido un hombre con quien compartimos esos postulados conservadores, y esos valores éticos como la lealtad, la confianza, y el respeto por los ciudadanos, aun cuando algunos de esos ciudadanos, no han sido respetuosos con él. Hoy me alegra mucho poder decir que contamos con su experiencia, liderazgo, y confianza, al igual que la de todo su equipo político con quienes hemos venido trabajando durante los últimos meses con el fin de lograr nuestros objetivos. Para nadie es un secreto que, en el Tolima, la organización Barretista ha sabido responder con hechos y obras, el amor y el cariño de los ciudadanos. Cómo no hablar de la recuperación de la Universidad del Tolima luego de esa grave crisis financiera en 2015. Hoy el país habla de gratuidad académica en la educación superior gracias a una ley aprobada en el Congreso, pero en el Tolima, bajo el liderazgo del gobernador Ricardo Orozco ya habíamos sido pioneros en medio de la pandemia. La recuperación de la UT y el fortalecimiento del Hospital Federico Lleras tienen el sello de esta casa política, con quien hoy tenemos el inmenso orgullo de coincidir y trabajar de la mano guiados por un hombre y un equipo de resultados.

Nosotros vamos a demostrarle a Ibagué que sí es posible que un gobernante no se pierda en medio del ego y las comodidades de un cargo público, que sí se puede trabajar junto a los ciudadanos quienes merecen ser tratados de igual a igual, sin maltratar a nadie, y sin generar polémicas innecesarias como las que lastimosamente han adornado a la administración de turno.

Vamos a seguir la senda que ha tenido nuestro departamento en materia de seguridad, de educación y de salud, pero en nuestra capital. La ciudad musical merece mucho más, por nuestras mujeres, niños, niñas y adultos mayores.


¡Unidos salvamos a Ibagué!