Opinión

Colombia país sin límites

 

Por: Óscar Barreto Quiroga

Dios, cuando observo nuestro país, lo recorro, cuando visito lugares y me encuentro con nuestra gente me asombro de lo que tenemos, lo que somos, lo que podemos llegar a ser y por supuesto de lo que hemos perdido. El paso inexorable del tiempo, marca sin duda el atraso o desarrollo de los pueblos, las visiones, el trabajo, la grandeza o la pequeñez, con las que sus líderes y ciudadanos abordan con responsabilidad cada tema. 

Somos beneficiarios o victimas de lo que construimos o dejamos de construir, hemos perdido generaciones y generaciones, en violencia y confrontación, una guerra que no cesa, marcando nuestros destinos, nuestras vidas, hijos, nietos y familias, un dolor que prevalece y enceguece cercenándonos la esperanza por construir un mejor presente y futuro para nuestra nación. Nuestro país es un país sin límites, ni siquiera los geográficos, decenas de nuestros compatriotas están por todo el mundo, luchando, mostrando lo maravilloso de nuestra gente, debiéramos solo delimitar el odio, la confrontación, la envidia y el egoísmo, para darle paso a un nuevo modelo de ciudadano, más empático, más respetuoso de la diferencia, uno que construya, sepa trabajar y este abierto, que practique el trabajo en equipo, sea respetuoso de la ley, la justicia y las instituciones.

En la medida que formemos esa nueva ciudadanía, que le demos paso a los principios y valores, para restablecer el orden, el respeto y la autoridad, tenderemos un mejor país, donde todos podamos construir y aportar. Me preocupa en demasía el individualismo, la soberbia, la vanidad, como patrones de conducta de quienes orientan la ciudadanía y claro de los propios ciudadanos. Necesitamos decosntruirnos para armarnos de adentro hacia afuera, como piezas aportantes a este país con tanta riqueza, pero que yace en la pobreza y con enormes deudas sociales.  
Necesitamos legalidad, justicia, autoridad, verdad e institucionalidad, en el marco de la seguridad ciudadana y de la seguridad para la gente, de tal manera que sea la dignidad humana la prioridad en nuestro país. Seguiremos luchando con amor y disciplina en este país sin límites que es Colombia.